20-06-2021 | Por Ariel Gustavo Pennisi
En un contexto completamente diferente al actual, allá por el año 2018, un grupo de personas de distintas edades se juntan a escribir en el taller literario de Tomás Boasso, con las riquezas propias de la diferencia pero con un deseo compartido: embellecer la vida con poemas. Así nace la fábrica de poemas que hoy luego de casi cuatro años de vivencias compartidas, ve materializada sus experiencias en el naciente proyecto editorial Prefeito.ediciones.
El proyecto editorial colectivo esta conformado por 10 personas entre los 22 y los 50 años residentes en la ciudad de Rosario, aunque algunos provienen de otras ciudades. Nos dice una de sus voces: "todos y todas aportamos diversas experiencias culturales, cada quien ha compuesto un estilo y una voz propia. Es un grupo diverso. Trabajamos de manera colectiva escribiendo y compartiendo poesía en la ciudad de Rosario". Es un espacio que " permitió a sus participantes en todo este tiempo organizar talleres de lecturas, clínicas, agitar encuentros y lo más importante hacernos amigos."
Escribientes que trabajan en distintas actividades pero que crearon un lugar en común y luego de cuatro años de trabajar de manera compartida la escritura, corrección y edición de poemas les llegó la hora de publicar haciendo su debut editorial con el poemario "Vainilla y coco" de Emilia Pérez la participante mas joven del grupo.
La organización
Sus voces se escriben, escuchan, hablan y organizan, "la organización empezó con el taller de poesía que coordina Tomás, pero siempre estuvo muy abierto a que se tiren ideas y llevarlas a cabo. Así fue que la mayoría de los asistentes al taller terminaron dando algunas clases al resto". Con la editorial crearon su espacio propio de publicación: "Alguien, creo que Cecilia de Michele, trajo la noticia de que la Provincia llamaba a un concurso para la publicación de libros y de a poco todos nos fuimos emocionando con la posibilidad de nuestro primer libro ya que la mayoría nunca publicamos"; " después la posta fue pasando por varios que tomaban y cerraban uno de los diferentes temas, como por ejemplo completar formularios, pedir presupuestos, etc.". "Siempre contamos con la capitanía de Ceci pero con el tiempo fuimos asumiendo papeles. Mariana que también es fotógrafa, se ocupa de las fotos de solapa, Emilia de la corrección. Diego toma más la producción general y la administración del dinero, junto con Beco que hace el monitoreo y la planificación. Chano se está ocupando más de la comercialización. Tomás, Ramiro, Rober, son quienes tienen más recorrido en la poesía. Después hay detalles como el packaging (embalaje) que los toma Lei. Vamos colaborando en la medida que se pueda según obligaciones, compromisos, familias, etc. y según el deseo". "Asumimos responsabilidades pero no tenemos roles fijos y no hay una delegación directa de tareas, o una organización vertical, es más bien fluido", concluyen.
Nacer en pandemia
El sello editorial nace marcada por la coyuntura actual. "Nos reunimos por lo general en Zoom, porque esta editorial nació y crece en pandemia, pero siempre con un temario, cada uno va tomando responsabilidades y resolviendo en la medida de lo que puede. Luego mandamos una minuta. Es básica la organización: división del trabajo y coordinación. Pero es la suficiente para llevar la editorial adelante. Por ahora nos viene bien".
Lo colectivo
"Con el tiempo también hemos desarrollado una metodología colectiva de edición. Ahí metemos mano todos. Tal vez eso es lo más importante y lo más colectivo de todo. Las correcciones de los textos son muy divertidas porque los subimos a la nube y los llenamos de comentarios y halagos, pero también discutimos. Fue una nueva experiencia para nosotros que estábamos acostumbrados a corregir los textos cara a cara".
Un empuje necesario y próximos títulos
"En enero de este año, obtuvimos el Fomento Editorial Línea Producción por el Plan de Fomento a las Industrias Creativas de la provincia de Santa Fe. Ese subsidio para nosotros es un impulso, armar el proyecto nos ayudó a ordenarnos y darnos cuenta que estábamos listos para dar este paso". La editorial viene con fuerza, "Vainilla y coco" de Emilia Pérez es el comienzo, "tenemos 10 libros en carpeta, la idea es ir publicando en este año todos esos. Luego veremos cómo seguimos. No pensamos en evaluar o incluir a otros poetas aún".
Entre los próximos títulos se destacan: "Fósforo" de Diego Margutti, "Un País de noche" de Roberto Vince y "Tiras de muestra" de Mariana Terrile que también incluirá fotografías.
La matriz, las influencias
"Nosotros venimos de una misma matriz, de algún modo. La editorial es una construcción colectiva devenida de la constitución como grupo, del encuentro de las personas que lo forman, surgen intereses comunes que son por decantación los intereses de la editorial. En ese aspecto, en esta etapa, lo que cada uno tiene para decir y es dicho como producción poética, desde la diversidad y la cohesión, toma forma de libros que compondrán esta colección y reflejan hacia donde está orientada la editorial".
"Nos gustan más o menos las mismas cosas. Una prueba de estos gustos compartidos es el nombre de la editorial que lo tomamos de un poema de Fernando Callero, que cuando lo leímos nos enloqueció." Una especie de maestro zen, que cada tanto aparece por el taller, es Daniel Durand. June Jordan nos mostró una forma de escribir y luchar. Hicimos clases por zoom con un poeta chileno con el cual compartimos gusto por Zurita y ahí nació un recorrido por la poesía chilena actual. Juan L. Ortiz está siempre presente de algunas maneras extrañas. Catulo como ejemplo clásico y su traducción por diferentes autores como Sergio Raimondi, Los Objetivistas, "no hay idea sino en las cosas", decía William Carlos Williams, los poetas de los 90.
La propuesta editorial del movimiento
El movimiento se presenta como actual, fresco y sin solemnidades, con una matriz lingüística más bien contemporánea, que busca articular imagen, idea y música. "Tratamos de prestar atención a esos tres elementos, aunque a veces prima alguno sobre otro. En general, tal vez podamos decir que buscamos interpelar y despertar nuevas miradas sobre las cosas, el paisaje local y la vida cotidiana". La propuesta se presenta como audaz e irruptiva.
"No apuntamos a ningún público en particular sino a los lectores en general. Es una invitación también a quienes habitualmente no leen este género esencial que es la poesía, para que se acerquen, con la confianza de que podrán encontrar en esta colección aquello que se busca cuando abordamos un texto literario, y también a quienes se interesan por las novedades editoriales de la región.
Apuntamos, predominantemente, a un público joven lector del género y, por otro lado, a aquel interesado en novedades editoriales de la región. La poesía no es un género masivo, por eso entendemos como parte de nuestro trabajo el avance en la conformación de públicos, a partir del cruce con otras disciplinas artísticas para acercar nuevos públicos".
"No estamos pensando aún en publicar a otros poetas o autores, aunque obvio estamos abiertos a conversar con todo el mundo. Nuestro primer propósito es dar nacimiento a esta colección, que viene muy avanzada y es nuestro objetivo de este año".
"El objetivo principal es dar a conocer nuestra producción poemática, recibir devoluciones de los lectores en general y con esto retroalimentar el intercambio literario, a modo de continuar con el tejido de una red de artistas de esta ciudad que, creemos, existe, es necesaria y nos sostiene. Todo esto sin descuidar la necesaria comercialización de lo producido e ir mejorando en este aspecto en las diferentes etapas".
Publicar un libro
El grupo vive el proceso con mucha emoción. "Cada nuevo paso que damos sentimos que estamos más cerca de cumplir un pequeño sueño personal y sobre todo colectivo. El proceso no lo lleva una sola persona sino que es un grupo que se empuja por ver lo mejor de cada uno", con un proceso dinámico "luego de mas de un año de pandemia. Cuando el/la autor/a termina la macroedición, la estructura del texto digamos, sube un primer borrador, todos leemos y comentamos. Luego cierra una segunda versión y otra vez, todos comentamos. Cerramos con un zoom donde llegamos con el texto leído y terminamos de acordar criterios y afinar. Luego pasa a la corrección ortográfica y gramatical más fina".
Se percibe en el grupo un vinculo muy amoroso entre sus participantes pero también un interés por la profesionalización de las formas y procesos, "estar atentos a comercializar libros porque entendemos que es lo que necesitamos para seguir adelante y que esto sea sostenible".
Fuente: El Mirador Provincial